miércoles, diciembre 29, 2004

Portaminas.-


Y es como la sombra de este portaminas
que retornas multiplicado
en colmena sin fin de mascarilla
Mezcla de perversión y suicido
Como la caricatura, el adorno,
El lápiz, la coma, la goma

Mascarilla mortuoria, fachada engomada
Goma

La tercera vencida del alfabeto griego
Gama
Goma

El tercero dialéctico que no gana
Gana
Desgana

La columna de la rima de amalgama
Gama
Ganas

El reino de víctimas,
De la perversión de ver ganar
En las fachadas engalanadas de tus ganas
Para que la goma borre su tocaya,
Para que el tiempo gane, mate, apague
De una vez este portaminas-de-sombras
Y portes las sombras de esta mina.
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Cloe

miércoles, diciembre 22, 2004

Dar vuelta la página.-


Cuando uno sale del colegio tiene todas las expectativas en el cambio de página, en la llegada de la U, en esos prometidos “nuevos ambientes” que alojan a un conglomerado y confuso pack de amigos, conocidos, compañeros y posibles “pior es nada”. Y si, uno conoce si gente nueva , y el primer año de la U es entretenido por eso, te das cuenta que hay gente más loca, fea, y gorda que uno, que hay más tarados y que en fin, no eres la única. Das gracias a abuela por la carbonada repetida, que en el casino sale por $1500, y por las monedas para el metro: Así uno va aprendiendo a ahorrar para el carrete y de paso a mentir sobre tus historias amorosas. Ese es el tiempo que tus profes te han prometido los frutos, por ende, no vas a cagarlas de buenas a primeras contando sobre la fomedad de un colegio de monjas, de un decepcionante amor platónico y de unas desgracias amistosas. Hay que decolorar la historia y tu pelo, cual casting color rojo-pasión.

Eso pasa, pero resulta que ese cambio de página no fue un borrón y cuenta nueva, primero porque no pude ni quise olvidar a ciertas personas y segundo, porque eso de control + alt + suprimir, nunca ocurre. Los problemas y las personas retornan, pero esta vez te pillan desprevenida. Y esa es la vuelta de las viejas fotos, de esas amigas que ya no lo son, pero que fueron importantísimas. Esas viejas fotos de los carretes, sin plata, sin permiso, sin auto, sin cigarros y sin de edad. Cuando prácticamente te tomabai las efervescentes ganas, recién conocías el distinguido carácter de los micreros y reconocías los públicos-objetivos de los garzones que nunca nos atendían o que simplemente nos echaban. Seguramente sospechaban del exceso de maquillaje, de los sostenes con relleno, de toda la producción que significa montar el teatro de ser “más grande” de lo que eres. De jugar a aparentar. En mi caso nunca tuve ese tipo de problemas, en los bares, de hecho creo que me confundieron con “la hermana grande de” o en la prima que se hacia cargo del jardín infantil; pero ese gigantismo nunca ha calzado conmigo, pues sigo siempre con las mismas expectativas sobre las cosas, como una pendeja siempre ansiosa de la página porvenir del el libro y que nunca llega más allá del índice, pero que siempre se te promete para un futuro. Ese disfraz del cuerpo maduro y experimentado tampoco me muestra, ni me sirve.

Con el tiempo conocí a la Lógica, el Ingles, a Kirk, la Química, la primera comunión, la confesión, la declaración, los calzones rotos, las piscolas y también la primera vez, pero siempre a la expectativa de “a la otra va a ser mejor”, “a la otra va a resultar” y el infaltable “todo es por algo”. Y cuando este año ya se termina, y cuando tengo agolpados sobre la cabeza las mil y una obligaciones y proyectos aún no cumplidos, me doy cuenta que ese futuro nunca llega, de que ese “más rato” aún espera. Y me aburrí. Me aburrí de escuchar los consejos de “luego saldrá el sol”, “no seas pesimista” y el “no seay cuática Cloe”. Me aburrí de esperar que las páginas se den vueltas por obra divina, astrológica o azarosa; como sea, me aburrí. Porque sí siento impotencia contra los micreros, las garzonas, y las ganas desvanecidas, contra las amigas que han cambiado y los intereses que hemos perdido, contra el paso del tiempo que descontrola mi memoria y la de esa mirada antigua que siempre retorna para enseñarme a perder, para hacerme reconocer que nunca me han gustado peinarme, que nunca me ha gustado ir a las discotecas y que no tomo piscola porque me pongo peligrosa. Ahora decido tomar distancia de las amigas de siempre, hundirme en las responsabilidades, disfrutar las evasiones y seguir, no hacia delante, sino hacia atrás. Y aunque no logré dar vuelta la página completa de mi pasado, pongo REW, para que de una vez por todas sea capaz del PLAY por mi misma, pues aunque este capitulo de mi historia no la olvide jamás, ya perdí de vista su argumento y su título: ¿“Viejas Amistades”?
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sábado, diciembre 18, 2004

Apolillada.-


Le tengo fobia a las polillas, así que me armo de zapatilla en mano y corro detrás del bicho que se posa en el techo de mi casa. Les tengo pavor, tanto como al hecho de envejecer y quedar arrugada, oscura, seca. Soy una asesina a sueldo de polillas, así como también de las viejas. Me imagino que así tienen lleno de polvos los orificios del cuerpo, de tanto tiempo, hijos, rabias, nietos, decepciones, cremas, extractos de yerbas, garbanzos y mañanitas que se ponen encima. Y da lo mismo si hablamos de polillas top o domésticas.

La señora Maria que es mi vecina, es de esas viejas top, siempre vigente aunque lleve la mitad de la historia de chile en su falda floreada, en su camisa con pliegues, hombreras al estilo locomía, y esos finos zapatos dorados sacados directamente de Aladino. Y corresponde que ante tan distinguida fachada de la señora, le siga una distinguida conversación. La verdad es que a mi no me interesa para nada que haya hecho una reineta al vapor con arroz blanco para sus tres nietos, y que la Gabriela se lo haya comido todo, el José la mitad y el Javier sólo el postre. Que en el Jumbo los yogurt estén 30 pesos más caros que en el almacén, y que mandó al conserje a que le arreglara la plancha, que me imagino debe ser a carbón. Esos deben ser los temas top de la tercera edad.
Al final no me interesa porque en mi depto. tengo a mi abuela, que también es personaje, pues aunque no sea pretenciosa y ande de pintora todo el día mandunguiando al cartero, a los vendedores, a mis vecinos y sus visitas, y a mí, también pertenece al selecto grupo del adulto mayor. Siempre ha sido así: doméstica. No me importa que mi abuela deje inundado todos los días el patio intentando mojar las plantas y su gruta, con tal de verla arreglándose los pies con un camote de fierro, lija, lima, cortaúñas, piedra pómez, tijeras y paños mil, una vez por mes basta. Y es esa es su gran empresa, es la teletón de su cuerpo y el descanso de mis vecinos, pues son sus 30 minutos de intimo acicalamiento. Llega a ser perverso verla inclinada, esforzada, como si estuviera concentrándose para tocarse las rodillas, con una pierna en el balde con agua y otra en la toalla que pelea a patadas con el perro. Como si estuviera haciendo Step o quizás Yoga. Una vez la quise ayudar con el huslero, pero no le hizo chiste y me dejó el poto morado. De ahí que no la molesto, pero me rió en silencio.

No importa que me despierte todas las mañanas con sus gritos en el teléfono, siendo que me amanecí estudiando. No me importa que deje entrar a mis vecinos mientras me baño, y que por ende a la llegada a mi dormitorio, me conozcan mis rollos aquellas potenciales distracciones de pasillo y escalera. No me importa que con 30 grados de calor me dé porotos, y el agüita de yerbas que es para bajar las grasas y que “deberías salir a caminar en las mañanas o ocupar la bicicleta” que tengo botada hace años, porque ya estoy acostumbrada al sedentarismo y ya no me importa ir con dolor guata en la micro camino a la U a causa de los porotos. Mi venganza es cambiarle al Julito Videla de la Tv o programarle una radio rockera para la hora de la siesta. No me importa que me diga que soy drogadicta cuando ve los reportajes en las noticias, aunque yo sólo huela a cigarro y cerveza cuando vuelvo de las fiestas. Esos son los detalles que tengo que aguantar. Tengo que aguantar que me abra la puerta y la ventana de la pieza, porque “la pieza está hedionda a encierro” y así me la llena de polillas. Así que siempre aguanto el correctivo, el consejo o lo que sea, espero que aparezca una polilla, y salgo tras ella para acorralarla y aplastarla con el zapato o con la cuenta del teléfono. Pero en silencio y con los ojos cerrados, pues a ese polvo le tengo miedo. No quiero apolillarme.
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miércoles, diciembre 08, 2004

Caras.-



Caras

Y te pongo caras
Y me miro
Y tu me miras
Y yo me miro
Pero no me miro
Porque me miras
Y cuatro ojos son multitud
Dejemos dos
Dejemos dos caras
Dejemos que se miren
Dejemos que las mires
Dejame mirarlas
Porque me miran
Y cuatro caras son multitud
Y me miras
Y te escribo
Y me miras
Y te escribo la cara
Y me miras con dos ojos
Mis cuatro ojos
Y me limpias la cara
Y me miras
Y te pongo caras
Que son dos caras
De una misma moneda tuerta.

Cloe
29.11.04
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viernes, diciembre 03, 2004

La comunidad del pie.-

Distinguidos y Jóvenes Compañeros de ruta:

La personalidad es un zapato. Por ejemplo nuestra amiga Paz, hippi, relajada, volátil, es una Alpargata. De hecho creo que es parte de su cuerpo el mimbre y el género que deja sus patitas aireadas y campestres en el cemento de esta conglomerada vorágine. Son suaves, están a ras de suelo y siempre sienten lo que pisan, sin olvidar que son susceptibles al cambio de color cuando uno quiera, es cosa de agarrar la tempera y listo, new look.

Mi profe de literatura en cambio es un mocasín, un tipo compuesto, sencillo, clásico, tradicional, ordenado y siempre listo a la flexibilidad del paso a seguir, de hecho siempre he creído que tiene familiares en el mundo de Robin-Hood, pero eso es un secreto. Es ajustado y alargado, oscuro y brillante, incluso tiene una hebilla dorada que recuerda sus historias de los tres mosqueteros.

Mi abuela entonces es un sueco, duro, seco, frío, sonajero y que siempre deja huella. Más específicamente, ella es un sueco de madera con cuero, esos con pinchos a los lados, porque pueden aguantar una hecatombe de pisadas de cabros chicos y siempre estarán listos para mandar un zapatazo de correctivo. Pero también está el sueco moderno, el de género y plástico, los que ocupa la Cristel, los que mueven el ombligo y le dan la alegría de las flores a las patitas mutantes de esos engendros recién bípedos. Mientras los de madera son controladoras, las de plástico son rítmicos. Porque debemos cuidarnos de no encerrar a todos dentro de un mismo zapato.

En cambio, la Elsa que está allí sentada, es un bototo, negra, enigmática, maligna, siempre en pose de querer aniquilar el mundo, siempre buscando que aplastar, desde un papel hasta una plasta, nada detiene aquellos tanques, ni la lluvia ni el calor, todo en ella pareciera indicar el control underground sobre el pasto, el cemento, el barro, es casi a todo terreno a no ser de agujetas fucsias que le dan el toque femenino y que tan buen style le dan en sus noches góticas.

En el ámbito laboral encontramos a mi mamá, ella es un botín de cuero, una especie de remake de Peter Pan en versión electro-acústica en su contacto con la baldosa. Es manejable, no aparatosa, pequeña pero con la fuerza suficiente para pisarte el dedo meñique, mientras caminas a pie pelado cuando vuelves tarde del carrete. También siempre listo para mojarse ya sea bajo la lluvia, de vuelta de la oficina, o en una trapeada de piso, a su llegada a casa.

Mi hermana chica es una zapatilla, de esas de moda. Es una Converse, en realidad es cualquier cosa que sea top, pero, siempre tiene como fundamento común, que sean en variedad de colores, de marcas cuáticas, chinchosas y en inglés. Pero aunque su Converse sea de base de lona, y no tenga mucha altura, da muestra de que servirá para grandes recorridos y nunca quedará mal en la ocasión que se le presente, pues puede ocuparla para ir a una disco y para ir a misa. Es la versatilidad de la onda que incluso la cuida de posibles esguinces gracias a su caña de colores y con dobleces brillantes incluidos. Pero recordemos que hay más zapatillas: están las deportivas tigre, gastadas y deshollejadas que ocupan los chiquillos de la esquina cuando pinchanguean, están los antiguos zapatos de colegio que ocupan los piroperos de al frente, que construyen un edificio, y también están las mutantes, estilo tribilin, mickey mouse, rainbow-bride o Spice Girls y que ocupan los chicos de hip-hop, reggetón, hxc, etc. Mientras mas grande mejor, pues si las zapatillas albergan a la gran masa, deben ser anchas, blanditas, versátiles y sueltas, capaces de acomodarse a medida. Me han dicho que algunas incluso tienen luces o resortes, esas seguramente llevan la onda electrónica y minimalista.

Mi conserje, en cambio, es una Ojota y es implacable como él solo. No hay invierno en que la ojota de neumático no se acompañe de un buen calcetín blanco y un pantalón de buzo. Pero en verano tampoco la olvida, porque ahí cambiamos el buzo y le agregamos un jeans cortados, dejando ver la suela de cuero no-incluido en la ojota pero producto de ella. Digamos que mi conserje lleva la moda local, trae el estilo directamente de las tardes de arduo desmalezamiento de Nacimiento. Y digamos también, que sus zapatos son los más aperrados, pues aunque por más cagados que estén, nunca se rompen, nunca se queman, en fin, hace que su cliente se sienta como un inmortal.

De todo eso me di cuenta hoy camino a esta comunidad. Incluso es necesario de que como para cada pie haya un zapato, se abra la posibilidad de que en algún tiempo pasado los pies de mis conocidos fueran otros, y por ende, podrían haber sido taco aguja, zapatilla chicle, bota, hawaiana, roller, etc.

En mi caso hubo una época en la que fui hawaiana, y estaba a la intemperie del suelo, agarraba todo lo que me encontrara en el camino, era ruidosa y floreada, a veces tenía brillantes lentejuelas y otras veces mostacillas. Luego de la primera patada me convertí, en una Chala, con correas, trabas y broches. Era de cuero, debía ser más resistente, aunque a veces podía volver al plástico, casi nunca duraba mucho, pues prefería tener algo que conservara mi pie seguro, que no metiera bulla y que pasara piola.

Cuando una de las correas cruzadas no dio más y se rompió, pase al zapato de colegio estilo Mafalda, que en mis tiempos de Media, eran lo in, lo necesario, lo útil y lo reglamentado. Con goma blanca y cuero negro mostraban el contraste perfecto entre lo que era y lo que pensaba ser. Y aún conservaba la traba que amarraría -desde chica- todos mis tatos.

Hoy por hoy, creo que, como todos, tengo problemas de personalidad, estoy en estado de pantufla sin trabas visibles, con hoyos, con la suela rota. Será por las tardes de vagoneta, por las largas noches, días y tardes en que me entierro en mi cama, será porque estoy agotada de arrastrarme por el patio, la cocina, hacer un alto en el baño y terminar en el negocio de la esquina comprando el pan. Sólo así se justifica que el algodón termine saliéndose de la cara del perro que saca la lengua. Ya le faltan sus ojos y tiene la mitad de la cara negra y no importa si tenga pie plano o me crea Mr. hyde, la cuestión es que parece que tiene hambre, pero ni modo: si no tiene lengua no puede comer.

Tengo claro compañeros, que hay algo común entre los zapatos: el hecho de que andamos de paseantes, nunca sabemos para donde vamos, y tenemos la tendencia de calentarnos con el uso exhaustivo e indiscriminado de la jornada diaria. Y aunque algunos tienen cuero sintético, otro animal, y de diferentes estirpes, ya sea de vaca, chancho, serpiente, caballo, hasta perro (si no me creen abran una historia universal) siempre seguimos siendo zapatos y no calcetín, soquete o pantys. Los zapatos de diferentes formas, de tallas, de colores, con o sin caña, con terminaciones, punta en v o roma, terminaremos reconociendo nuestro apellido “suela”, y esta es la famosa “sueledad”.

Del descubrimiento de la soledad que padecemos como zapatos pensantes, he decidido organizar una serie de conferencias de autoayuda, pues una suela bien llevada, cuidada y tomada en cuenta no acarreará problemas de podredumbre, hongo, cayos o juanetes, ya que si se acopla perfectamente con el resto del cuerpo, nos inundara el paso armónico y leve, y no tendremos necesidad de sacar bonos para ir al zapatero y esperar por la costura, el martilleo y la tintura, pues el real problema no es la suela, sino la relación de pies con el zapato: el uso que le damos a esa “sueledad”. Entonces, no nos podemos quedar parados sobre nuestra “sueledad”, pues si el tema está en el simple y llano pie pelado, y si a eso le sumamos el tener el “gusto en las patas”, daremos por necesario la búsqueda de canales de peatones dispuestos a dejar los pies en la calle por nuestra hermandad, sólo así sobrellevaremos las correas, trabas, calcetines, y polainas del futuro.

Por eso mi conserje ya es mi primer adepto y dice que tenemos que apretar chala y hacer uso público de la baldosa hace siglos no-encerada, que es nuestro derecho. Aboguemos, entonces, por la expulsión de la grasa de las micros y los chicles, por el uso masivo de las escaleras eléctricas, y démosle una mano a nuestros hermanos mas necesitados, los zapatos ortopédicos que en compañía de las plantillas, el día de hoy, expondrán su experiencia de vida: el como corregir la pata e’ cumbia de la presidenta de la junta de vecinos, doña Pata.
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martes, noviembre 30, 2004

Con una lágrima en la gargánta.-




Tuve el agua cortada por un tiempo y el servicio recién se reestablece. ¡Y pensar que en el tiempo de corte en trámite tenía pareja!. Nadie que haya estado con quién no compatibiliza, me entenderá. Y por eso lo escribo.
Qué ganas de deshacerme de esa polifónica sombra cuando me acosaba a llamadas, cuando pedía explicaciones y cuando el “¿con quien más chateas?” titilaba en la pantalla del Pc. Cuándo cantaba esas canciones del Salo Reyes uúultimas de fomes. Últimas. Salo, por si lees esto, nada personal, sólo que eso de la lágrima en la garganta me sabe a cistitis, gripe, coqueluche y cuestiones así. Cero para el romanticismo-uno para la rutina. Llega a ser insoportable cuando tus amigas te cantan el “Un burrito San Vicente lleva carga y no lo siente”, porque al mino si lo tenía encima y si lo sentía, me pesaba. Ahora quedamos en eso de la amistad. Claáaro, de lo más amigos. Como si no viera en su cara la pica que le dá cuando miro a un mozo buen-moso y le pido un “sex at your home”, que digamos, es la especialidad de la casa. Claro, ahí amigablemente te deja un lindo tatuaje minimalista color púrpura y yo le intruseo la billetera en búsqueda de una evidencia que me deje comprobarle el mutuo free-lance. Igual le tengo cariño, me reí mucho con él. Pero me abrazaba tan-tan-tán bien, que su brazo peludo se convertía en soga. Como Salo Reyes lo conocí, cantando en un Karaoke, y como Salo se fué, haciendo una perfomance en un barucho estilo Wc, con baldosas blancas incluidas. Y ahora me queda la duda, de reconocerme una incompetente para este tipo de relaciones y convertirme en una idiota más de las que conozco, o ser un “As” en el taca-taca, yendo siempre detrás de la patada. Creo que se lo tendré que preguntar al chico del agua que ahora está por reparar el medidor, mientras el “burrito-San-Vicente” recomienda no mover la llave de paso.
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martes, noviembre 23, 2004

"So tell me what you want, what you really really want".



Érase del 2000, de donors y desodorantes lacrimógenos marca Spice Girls. Ahí pequeña-Cloe con sus trenzas a lo pipi-longs-toky, encaramada en el medidor de la luz, sin blusa, corbata, calcetines, sólo con jumper y sus zapatillas-tanque imitaba a la perfección a la británica de moda ante los vecinos y paseantes. Ella se juraba cantante y las bocinas de los autos lo corroboraban, mientras la abuela cortaba la FM. Cuando fueron las presentaciones de las alianzas, obviamente la regordeta-cuatro-ojos no podía salir, aunque estuviera más que preparada, pues las burlas serían mayores que los aplausos, y eso obviamente incidiría en el puntaje. Y era Primero Medio y querían ganar la mísera caja de helados panda. Cloe se guardó las ganas y lo dejó pasar. Pero la revancha vendría para la fiesta de graduación de Cuarto. El tipo que me gustaba me acompañó e iba con un Corsette ajustado, cuatro puntos buenos. Luego de la tradicional sacada de cresta producto de los tacos, llegó la hora de la barra libre y de los hits del recuerdo, decadentes, pero siempre memorables. Cual gigola la chica de falda plato se meneaba mientras el lente de contacto se le corría y terminaba viendo holográficamente la huida del acosado bailarín. Sorpresa me llevé cuando las compañeras que si tuvieron show en las competencias se percataron de que la futura filosofilla se sabía el repertorio picante al revés y el derecho, y la coreografía no la hacía nada de mal. Obtuve aplausos y tren musical. Esos bailes no los he vuelto a re-estrenar, aunque ayer tuve la oportunidad. Salí con mis amigas a un pub y me percaté de la presencia del antiguo bailarín, actual padre soltero, que acosaba con su fucsia expresión de “¿te acuerdas de esto? pero por favor no bailes”. ¿Qué iba a hacer?, las suelas de los zapatos ya eran bajas, lo picante se volvió a veces dulce y a veces amargo, y el tipo que se avergonzaba de mi, ahora me invita a su auto. Ahí Cloe responde “So tell me what you want, what you really really want”, porque no es un juego esto de dejar que te alisen las trenzas, con las fantasías no se juegan ya que las frustraciones, aunque cuesten una quina en el budlitzer, saben picantes y caras.Posted by Hello

jueves, noviembre 18, 2004

La Cruz de Fantasía


El primer cambio de luces lo tuve en una veraniega feria artesanal. Un chico punk vendía crucecitas, caracolitos, pajaritos bañados en oro. Tenía los ojos azules impresionantes, y yo que no veo como el “doggy” quedé deslumbrada. La playa del quisco se limitaba a ir del Mampato a la susodicha choza de paja. Obviamente le compré una cadenita para mi mamá, que por vez primera, también, me dejaba salir sola de vacaciones con la familia de mi yunta de entonces. Fue todo un hito en mi pre-pubertad cuando el chico anarco me pidió el teléfono, y me prometió ir a verme a Stgo, o hablarme o escribir. Como fuera quería volver a ver la tirita del sostén fucsia. El asunto es que las vacaciones se acabaron y entré a la infernal rutina del colegio. Se prendía la tele sola a las 7 y sonaban los malditos que cantaban “conseguir la medicina”. Odio esa canción. En fin, llegó abril, celebré mi cumpleaños y después de un par de días, llamó el adán perforado y acrílico. Quedamos en juntarnos en Plaza Italia, pero cachando que yo no sabia tomar ni una micro, tenía que venir a mi casa. Tenía planeado atenderle solamente en la escalera del edificio, pues mamá no conocía la historia. Llegó con una pinta absolutamente parafernálica, con su rostro y un mohicano amarillo, con un nuevo aro en la tetilla y con un tatuaje en pleno pecho desinflado. Estoy segura que mi mamá estuvo todo el rato detrás de la puerta escuchando la historia de padres separados, de sus hermanas casadas, de sus 22 años frustrados por el sistema. Yo no entendí eso del sistema, creía que hablaba de la micros, de los pagos de las cuentas, a lo más de su negocio de fina copia de joyería. Y tampoco le pregunté. El motivo de la visita era despedirse de mi, dejar un buen recuerdo, verme el tirante y a la vez venderme una cadenita. Tenía sida y la tri-terapia era exorbitantemente cara. Quería conseguir su medicina tal como los tetas cantaban al alba. Para que decir, que en octavo no tenia idea de qué era eso. Y por suerte sólo dejé ver la tirita. Le compré la cadenita para que cada uno quedara feliz, y después de eso no supe nada más. Hasta la semana pasada, que entre cambio de casa y floreros empapelados, leí su aviso funerario. El chico punk había muerto vendiendo cadenas en la calle, y su grupo de música publicaba la defunción. Me toqué el cuello y tragué saliva, ya no tengo ni cadena ni nada, me la robó un rapero en el paseo ahumada. Sólo me quedó un pedazo de diario que me recuerda que aquel chico buscaba con sus joyas de fantasías, la tirita veraniega de la primera vez, que habría sido su última. Posted by Hello

domingo, noviembre 14, 2004

Debo Trazo


Debo Trazo
a 2M.


Caderas obturadas achuradas
Brazos brillantes
Pecho estrecho
Cenos protectores
Cuerpo de ditorciones
Cuidame las proporciones
Que no veo
No veo, no leo
No leo
Ahí
pido la tacha para mis caderas
pido la borradura de tus brazos
pido la ausencia de mis pechos
pido el relato del cuerpo
pido mis ojos , desproporciones textuales
naturalidad cifrada.

Pido, luego debo.

Cloe.
Mayo 2004.-Posted by Hello

sábado, noviembre 13, 2004

El Tragaluz





Cuando chica mi pieza tenia un traga luz espectacular. No tenía que moverme de la cama para ver a la Sailor Moon y el cielo. Sin duda fue un incandescente orgasmo infantil por el sol. Siempre esperé que Tuxedo Mask bajara por ahí. Claro, si hubiera bajado, yo no habría sabido qué hacerle, ahora…10 años después, ya lo sé. Y digamos que prefiero la primera versión, pues la Premium sólo viene a trasformarse en aquello que intenta acallar mi actual fotofobia.
Cumplí años y me fui desarrollando (yo diría desenrollando, pues me dispuse a ocupar mi espacio, para terminar enrollándome, por el espacio ocupado). Así, mi cuerpo y las cosas, como un rompecabezas, se fueron separando, comenzando por mis padres, abuelos, pasando por mis gustos, hasta terminar con mi identidad. Murieron las personas que luego olvidé, y desaparecieron los infaltables.
Ahora ya no veo monitos, ni tampoco los dibujo. Ahora los escribo. Y por lo general lo hago de noche con las cortinas cerradas.

Pasó la época en que mi perro confundía una pelota de tenis con un limón, y salía a lo correcaminos por la casa, quebrando vidrios y botando al tío cojo. Como también pasó el pastoso sabor de la leche condensada con milo, los roller mulas que te dejaban con un pedazo de cemento en cada mano. Las muñecas barbies que no me regalaban y las amigas falsas. Todo ya fue a pérdida. Y no lo digo en tono agónico. No es que quiera volver a vivirlo. No gracias. Bueno, sí… me quejo, debo reconocerlo. Nunca me gustó mi colegio, nunca entendí porqué los huevitos de chocolate eran huecos y porqué mi perro le mordía las patas a la silla. No me gustó, pero ya pasó. Eso si, tampoco entendí porque la monjas echaron a correr el rumor de que la Moon tenía “contenidos sexuales perjudiciales para las niñas”, y de que había un tipo que esperaba afuera del colegio a las niñas y las tocaba, mhmm… nunca estuvo afuera (Permitánme reír).
No entendí porque hacer jugo de naranja en el vidé era malo e “intrusiar” los calcetines de mi papá era un hecho tan grave como para dejarme encerrada en mi pieza. Qué castigos… En ese sentido debo reconocer que mi mamá nunca fue de certeros castigos. Retos sí, y cachetadas también, de hecho creo que soy cachetona a fuerza de desorden, robo e insulto. Mi mamá tenía toda una performance de la vigila-castigo, nunca supo qué y cómo corregir. Por tanto me torturaba sola auto-prohibiéndome lo que más quería.
Y como no resultaba, comía igual y me retaban, y es que antes robaba. O botaba las cajetillas de cigarro por el “trono-frío-de-papá” tal como las nubeluz aconsejaban. Alguuúna que otra vez regué las plantas con pisco, boté la leche dentro de la lavadora y rompí los tomos de la “Historia de Chile” haciendo obstáculos para los cien metros planos (bien planos en todo caso).

Ahora es otro cuento. Ahora no sé porqué con dos lucas no quedo curá, la cama me aferra a escuchar las sábanas de Bosé, y el micrero no me para la micro. Porqué tengo que leerme este libro y porqué tengo problemas con la autoridad. No entiendo. ¿Aló? Hola, como estás? Bien también…dime… no-nada, en Plaza Italia a las 8. Un beso. Si obvio, estoy depilada. Ja. Chao. No entiendo porque la imagen de ese héroe que baja por la ventana de la lunática tiene la voz corrida de la boca, y los ojos rojos pegados “de soles”. Quizás sea porque la pieza está muy oscura. No entiendo porqué las cortinas se pegan a los vidrios, y nadie me castiga. Y por qué está lloviendo si ya es Noviembre. Ya no veo el sol por el tragaluz, ni hay un desconocido que toca niñas. Ahora es sin “des”. Ahora me trago la luz, pero aún me lavo los dientes con pin-pon, aunque Tonky tonky tonky ton ya pasó y no volverá la Sailor, ni volverán mis viejos, tampoco los entiendo. Ah, y tampoco entiendo por que escribo esto, si debería estar haciendo un guión de monitos.
Posted by Hello

jueves, noviembre 04, 2004

Una toz Trágica


En la compañía de tres personajes fui a ver Tosca, gracias por la invitación, acontinuación un intento de columna para ZC. ¿que opinan? (si al final nadie me lee.. en fin)
Una toz Trágica
Eso de que la vida es rosa es una pomada. Yo a veces me hecho Crema Lechuga, y sé que en la obra que estoy aplaudiendo, Tozca de Puccini, algo hay de cierto. Angustiante. Ahí cuando la Floria Tozca era más celosa que la bruja del 71, ahí cuando el tal “Mario Cavaradossi” pintaba en los murales los ojos de otra mujer, ahí, me doy cuenta de que tengo que echarme la NIVEA. Porque pareciera que siempre voy a terminar haciendo el papel secundario, la sombra del tal Cavaradoss, la directora de orquesta de su escena, la explosión simulada del fin-fusilamiento-esperado. Y eso lo veo en rosa, cuando el cuento nunca empieza. Eso lo veo ahora, cuando el telón se sube, y descubro a los actores alimentando su ego, igual que mi Cavaradoss, error… no “mi”. Sino “su”. Disculpe señora no usaré más su crema Lechuga, tampoco sus pantuflas fucsias, ni su rossen. Disculpe usted el que yo me disculpé desde un comienzo. Disculpe Cavaradoss de ya descubrir su escenografía y extrañar su engaño. Me gustaban los alaridos de la pechugona, y por las dos cosas me identificaba, pero me engañaba. Ella se quejaba como siempre quise hacerlo, se desgarraba los pulmones, igual que yo con mi perra tos, ese es mi papel: un papel anómalo, virulento. Al final terminaron los dos muertos, al mino lo perforaron a balas y la loca-celosa-pechugona, se tiró del techo del “palacio”. Eso es cuento, los dos amantes mueren juntos. Ahora ¿que hago yo (que soy la tercera)?, ¿Le contesto el celular y me pongo el antifaz? ¿Me despido de él, pero queriendo quedarme en él? ¿Dejo que los sentidos sientan sin miedo y me voy a la mierda? ¿Toco con los ojos? ¿Miro con la boca? ¿Erizo los dedos, send?...Ahora que suenan las palmas por alegres elogios, la fosil estucada de mi lado, armada de un microscopio portátil y abanico naftalillento, me mira y me dice, ¡¡¡Apááágue la maldita estupidez!!! ¿¡No ve que esta en el teatro?!. Cierto. Estoy en el teatro, en su maldito teatro y con papel secundario, la principal recibe los elogios. Y Puccini dijo “La vida es trágica”, “Cof” digo yo y aplaudo a la principal. Posted by Hello

martes, octubre 26, 2004

Kirk "No Disponible"


Kirk "No Disponible"

Hace tiempo que no posteaba… Recién tengo tiempo para dejar de pensar y escribir.
Después de que Kirk calló en cuenta de que ya no hay vuelta a mí me viene la inseguridad de la decisión. Es ya triste entrar en Msn, verlo iniciar sesion, y percatarme de que aprendió a ocupar el “No Disponible” y el “Ausente”. Siempre está en ese estado. Y cuando nos vemos en la U, es un "holacomoestaschao", así de rápido y sin importancia. Es triste percatrse de que lo más serio que has tenido en tu vida es un chiste, chiste en donde la ironia no es más que el destino de un acto fallido. El chiste es sarcástico, y cabe en tantas bocas como tantos dientes hay, como tantas lágrimas puedes producir y como tantas veces te puedes repetir a ti misma “¿Qué está pasando?”. Fué el hombre con el que desperte de la niñez, y ahora que ya no lo tengo, me dejó ahí, ahí mismo, en la chica regalona, carente de afecto y caprichosa. Triste, y frustrada. Pero ahora se le agrega algo más. Ahora está más frustrada que antes. Porque su intuición la engañó, porque el animal que se despertó dentro de ella no hizo más que asegurar su condición de descepción. De una vida que siempre la desepcionó. Pecó de idealista y ya lo sabe. El problema es que ya no sabe como sacarse esa categoría de su cabeza. Y por más que trata de hacer cosas de piel, siempre termina dolida. Cloe no es de las que cree en el matrimonio. Los hombres de su vida se lo han demostrado tantas veces, pero cree en la palabra. Y esa es la peor creencia, porque a la vez que se confia de lo dicho, desconfia de quien lo ha hecho. Preferiria ser más dura, o más fria. Siente que el mundo se le viene encima y es impenetrable, esta totalmente cerrado, y a la hora que se abre, la traga y la hiere. Pero a la vez debe reconocer que es mazoquista, que le gusta eso de la adrenalina, y que esa angustia y esa melancolía las produce, las disfruita en la escritura, en la lectura, en la reescritura de su historia. Y así es como se engaña. Asi me engaño, me recreo los sucesos y a la vez, los olvido. Ya no se si fueron 6 o 12 horas, nose si fue antes o después del primer beso, ni tampoco se si aquello lo dije yo o él. En esta noche en que todo se mezcla y en donde me mimetizo con este vaso de Jugo, sólo puedo decir que me duele verte aprender a ocupar tus “ausente”, me duele como me dolieron tus palabras. Me duele porque aún no te olvido. Y asi como voy, todos los Lunes la herida se abrirá, para terminar el Domingo de cicatrizar. Asi es como los Lunes me abres y me dejas en la Micro desangrada, sudando melancolia y hablando abrasos. Kirk, ¡que nombre para un día Martes en "Ausente"!.- Posted by Hello

viernes, octubre 22, 2004

Café, con Azucar nomás



Les envio un post, que no es post, sino mas bien una columna que una a "amiga" mando a una revista. Saludos. y noten el "amiga".

"Café. Con azúcar nomás"

Las flores
Café Tacuba

Pareciera que la primavera no se digna a despegar, el frío regresa y te obliga a inmovilizar las extremidades y allegarse a lo más calentito que haya. Es probable que la primavera sólo pareciera, y que en su dignidad, se despliegue en el regreso de ese frío que recuerda las extremidades allegadas de aquella condición caliente del haber.

Es probable también que /Déjame ver cómo es que floreces
con cinco pétalos te absorberé/ ni el frío, ni el “también” de la compañía absorban las flores que comienzan a saltar de sus estancias, que dejan ver su tono, que despliegan su modulación y que absorben en su atracción. Claaaro, porque ¡coóomo podí estar escuchando esa canción y bailando a lo tirana!… osea (y escúchese como dicho en el Villa Maria , "O' sea!!". Café Tacuba, ah no, manga de comunistas, si esos ni de fé-tocaban. /Cinco sentidos que te roban sólo un poco de tu ser/ Y aun así pareciera que las promesas del despliegue de Eros entre la pobre maleza de las féminas, en los chicos no sea más que el cliché despegar del letargo del hielo, Mhh... ¡Está bien!, si estos entes siempre han estado más despiertos que el "Búho de Minerva", y no hay cosa que me enerve más que caer en /y miraré tus ojos como si fueran los últimos de este país/ Si claro. Oye podí hablar para el otro lado, le dice la chica a un tipo que no tenía olor a rosas en la boca, terrible, enserio. No quiero bailar contigo. Igual el tipo no estaba mal, de lejos, así como de bien lejos, así como descentrado, y así como de pitti también. En fin, la fiesta está un poco aburrida, y ni para el frío sirve el jote, hablo del líquido, no de ese Bebe-stible. /Ven y dime todas esas cosas, invítame a sentarme junto a ti/ Ahh.. y ahora viene para acá, ¡Naty sálvame!, tírate uno, es un petizo, no yo no bailo con llavero! nononon, cáchale el chaleco amarrado a la cintura, wuaajaja, no, es que éste se cree boy-scout, tiene algo raro en un ojo... ¡Ya pasa nomás el jote!, no, el loco no, pasa el vaso. Y qué quieres que te diga si las cosas fueron así, y no me vengas con tus chacharas de Bowie y esa sarta de estupideces del British no-se-qué y el "dancing" y esas cuchufletas. Ya, no lo mirís así que se asustó, debe creer que te lo vai a comer. Jajaja baila solo. /y así regalarte todo un racimo de estre-e-e-llas/ Bueno estoy sentada en la baldosa conche' vino de un patio en pleno cerro, digamos que no es la confortabilidad total, pero que lindas están las pepas de peras allá arriba. Así que te llamas Eusebio, mmm, "interesante"¬¬, ¿y que tení onda con el “Puro Chile” y todo eso? Ah…(15 min.) Ahh... querís gritarlo. Mhh… Naty cachai que se llama Eusebio… ese loco que está ahí debajo de la mesa. /Y déjame estrechar tus manos, y regalarte unas pocas de ilusiones. Ay, ven y cuéntame una historia que me haga sentir bien/ Y no es que el tipo no se dejara escuchar, es que enserio que no me puedo concentrar habla "ashi", cashai' lucu!, ashi' esh la co'sha nom'ash, ¡ya que shoy mala unda!. Es que la primavera es enternecedora, las avispas, las florcitas, las alergias, los plátanos orientales y los Eusebios zumbando en el Café, si gracias, con azúcar nomás./ No dejes que amanezca, no dejes que la noche caiga, no dejes que el sol salga, sólo dejame estar junto aaa ti-i-i-i/. Es que me dolió la cabeza demasiado. Préstame la zapatilla que quedó al lado del sillón. Apellido Lillo dijiste que te eras?. Ya, si sé, siempre digna, pero el despliegue del chico que se le caía el ojo, enserio que no fue defectuoso. De hecho, ni me acorde de la tiroides, ni de la piel de gallina, ni pollito, ni naranja, ni plátano, bueno de esa si. Yayaya, si me callo. Eusebio, luego neu-se-vió. No te digo que fue a buscar "la shaleca" a la pieza y no salió más. Sipo Eros, Eroóossticos el tonto... Con baile pos' que te creí, piola eso si, porque uds. estaban durmiendo, pero filo, ¡jue la tellible ec'shibishiooón po!!. Ya, si se me queda pegado el acento, perdona. Pero no lo subestimes. ¿Enserio? ¿y se me nota mucho?. Ya si me pongo seria. ¿Te vas? Ah. Te espera tu mujer en la casa :S ahhhhhh... Cuidate po' buena la canción, ah sipo, pa' la otra./ Y seis veces para vivirte, debajo de una misma luna, y otras nueve pasarán para sentir que nuevas flores nacerán…

Pareciera que la primavera no se digna a despegar, el frío regresa y te obliga a inmovilizar las extremidades y allegarse a lo más calentito que haya. Es posible, incluso, que la primavera haya inventado al Eros que se cae el ojo y hable "ashí", incluso, es probable, que "lo ciego" de la que escribe esto, sea la necesidad de encontrarse con la vista caída, en un jote o en un café, en un café que zumba con promesas de esa azúcar que se diluye en Septiembre.

Pareciera que la Primavera no se digna a Despegar.


Cloe*. Posted by Hello

miércoles, octubre 13, 2004

Maligno



"Maligno" de Aterciopelados

Dentro, muy dentro
como un implante
incrustado en mi interior

En mi cerebro
loop implacable
mi voluntad destruyó

Poquito a poco
tú te instalaste
¿eres huésped o invasor?

Tiñes mis días de fatal melancolía
eres el hacha que astilló toda mi vida
premeditada y divina

Cruel y despiadado
me has humillado
y sin embargo aquí estoy

Aunque me ultrajes
aunque me uses
siempre a tu disposición

Se acabó
he llegado al límite
de mi ciega devoción

Tiñes mis días de fatal melancolía
eres el hacha que astilló toda mi vida
premeditada y divina

Quiero desintoxicarme
cortar esta dependencia
antes que sea tarde

Tiñes mis días de fatal melancolía
eres el hacha que astilló toda mi vida
.-


Tiñes mis dias de fatal melancolia.... lo repito hasta el cansancio como si eso me fuera a quitar el sentimiento... quiero desintoxicarme... droga-adicta a ese olor, al zumbido, al temblor, al agujero en el estómago, a tu electricidad.... premeditada y tambien suicida.-Posted by Hello

martes, octubre 12, 2004

Lo que le dijo la almohada al secreto


S(n)ta. F.



Si duermes a mi lado
no podré volver a mi
te llevarás mi esqueleto
no tendré soporte
ya... oportunidad única de vaciar el hueco
de verter la profundidad de nada

si duermes respirame
que no volveré
si me duermes vuelve
vuelve que mi esqueleto
está al lado tuyo

no vuelvas a soñar con almohadas
no te envenenes en la tela
no vacíes el hueco
no renuncies a tu esque/leto
no sueltes el problema
ya...no respires.



"Lo que le dijo la almohada al secreto."
Posted by Hello

Para subir al cielo... se necesita una escalera larga, una escalera larga y otra cortita, y arriba y arriba..¬¬°... Yo no soy marinero, yo no soy marinero soy capitan, soy capitan, soy capitan... ManbaMamba... MambaMamba...por tí seré por ti seré... y Así la famosa cancioncita se inclina hacia los cirres... y asi en busqueda encontramos el punto exacto del accidente, accidente de aquella escalera, que sola, espera su complemento, la escalerita corta... Y ya no hay mamba, sino una entrevista las 6 y media, y unas uñas corroidas por la neura. Al regreso veo si les cuento. Cloe Posted by Hello

viernes, octubre 08, 2004

"Sé más Light" = La insoportable levedad del SER


Sobre "La insoportable Levedad del Ser" de Milan Kundera.

Cuando te refriegen en la cara de que eres una pesada, sonríe y dile, si, así me apetece ser. Haaaaay que la "Chica Light"... si ... la carga más pesada está en decirlo y que eso te importe, que eso sea realidad, que tenga que serlo. Cuando Kirk me dice que sea Leve, pareciera que no fuese él el que me hizo leer por primera vez este libro en la secundaria. Que decepción. El peso y la levedad, los polos puestos de los mismos polos. La imposibilidad de ser polos.
La Carga más pesada nos destroza, somos derribados por ella, nos aplasta contra la tierra. Pero en la poesía amatoria de todas las épocas la mujer desea cargar con el peso del cuerpo del hombre. La carga más pesada es por lo tanto, a la vez, la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra está nuestra vida.
Por el Contrario, la ausencia absoluta de carga hace que el hombre se vuelva más ligero que el aire, vuele hacia lo alto, se distancie de la tierra, de su ser terreno, que sea real sólo a medias y sus movimientos sean tan ligeros como insignificantes...(13)
No habría gran diferencia, precisamente por que lo son. Porque hay un híbrido, y porque el modo de darse de las cosas son recepcionadas segun la disposición del Sujeto. Pero no nos engañemos, no todo basta con una mentalidad y una seguridad "interior". Basta con dedicar cierto tiempo a pensar esa "seguridad interior". ¿Como me hago segura de mi misma? nose. Lo que si sé es que si ahora estoy segura de mí, no es por mi, sino por los otros. Porque voy a hacer lo posible por terminar este tema de Kirk, y voy a intentar enamorarme de otro tipo. Porque tengo nuevas actividades que ejercer, porque tengo que seguir leyendo y porque tengo que aprender a vivir y a ver por mí. Porque son los otros lo que me dicen y repiten 1000 veces lo que debo y no debo hacer. A fin de cuentas la subjetividad es insoslayable al acontecimiento social. Y así se nos hace más dificil. Se hace pesado vivir, se hace enormemenet pesado. Y cual es el escape, la dependencia? la ausencia? la fuga?... al final Kundera nunca se pronunció en ello, pues debió escribir a Tomás, a Teresa, a Sabina, debió dejarlos fuera de si (deshacerse de la carga), debió transcribir su idea y en aquel acto de enajenación sedió a su elevación, a su levedad. pero OjO:.. que nadie me venga con payasadas del tipo "se más light" que esa wea es puro comercial... de la boca para afuera... tampoco es un modo distinto de vivir, pues todos vivimos "viviendo"... tampoco es un modo de ver la vida, pues por muy segatones que seamos algunos, las cosas están ahí. ¿Cual es la forma de sustraerse?... actuando... dejando de pensar para realizarlo... pero ojo, todo acto es una decisión previa y por lo tanto, la responzabilidad a posteriori. Asi la vida es un vaivén de peso y levedad, y a la vez, es el laberinto que debes correr llevandote ensima tuyo (a ti mismo), y debes convivir contigo (con eso). Y no me vengan con weas "soy leve". Es insoportable.

Tomás nose daba cuenta en aquella ocación de que las metáforas son peligrosas. Con las metáforas no se juega. El amor puede surgir de una sola metáfora...(19) Cloe también se dió cuenta de que son peligrosas, de hecho por la boca muere el pez, y asi murió todo con Kirk, fue por la pura necesidad de forjar recuerdos, de querer contar una historia, de poder decir a los conocidos.. "me agarré a..." nononoo... eso sería muy leve y muy clever, a la vez. Pero y ahora que hago con el deseo??... leve... no?... jajaja que hace Kirk con su "frustración":... con aquello que quedó parado (en pause y tb lo otro)... Eso pesa. Eso duele, no da placer.

Dormir juntos era, en realidad, el corpus delicti del amor...(21) Y a eso es lo que Cloe aspiró y no lo obtuvo, no hubo tiempo, porque siempre se dio cuenta que dormia, pero sola. El cuerpo a su lado, sus abrazos, no eran otras cosa que el temblor y el calor de la inseguridad orgánica, de los miedos apareados, de la necesidad sobada, de la perversón mas dulce y más sangrienta. Aquel corpus delicti, ya fue requizado, y Cloe dijo no.
Y NO... pero...

Cualquier colegial puede hacer experimentos durante la clase de física y comprobar si determinada hipótesis científica es cierta. pero el hombre, dado que vive sólo una vida, nunca tiene la posibilidad de comprobar una hipótesis mediante un experimento y por eso nunca llega a averiguar si debía haber prestado oido a su sentimiento o no...(41)
-.... ahí me cagó Kundera, en dos años más hablamos nuevamente.

pd: pero Kirk, no vengas con tamaña estupidez. Posted by Hello

jueves, octubre 07, 2004

¡Silencio! ¿Qué pása cuando?

¿Qué pása cuando
tengo que estudiar
y Aristóteles reclama
y yo
pienso en otra cosa?
Mentira. No pienso.
Quedo detenida en una sensación,
Quedo suspendida en mi ficción
Y fascinada en su dulzor
Como quien escribiese el guión de su olvido,
La amargura de tener que revivir
Aquello que no fue
La falacia de tener que temer por el venir
Y en un presente que no se presta a huir.

¿Qué pasa cuando
tengo que vivir
y todo lo mío
ya no es en mí?

¿Qué pasa cuando
soy yo la que no soy,
y veo a través de ti?
Cuando tu no eres tu,
Sino que tu eres por mi.
Cuando la persona
rayada y tejida por mi imaginación
te habla, te ciega,
y luego choca con tus manos.
Cuando el olvido no viene,
y Charly García pierde.
Cuando el presente del Kairos [oportunidad]
es la condición de tu felicidad
y el azar no da pie atrás.
Y todo regresa y echa a andar.

¿Qué pasa cuando
la vida se te pasa
y el ir ya no es un juego pequeño
sino el gran escenario de tu ego?

¿Qué pasa cuando
soy yo la asustada
y tu el perverso?
Cuando Hitchcock
Te manda a acuchillarme
y tu no lo obedeces
pues ya no hay nada,
nada que asesinar.

¿Qué ocurre cuando
la necesidad ya no la tengo,
sino que soy?
Necesidad hedionda,
Construida y deslenguada,
Inhabitada, vaganbunda,
Quimérica, críptica,
Volátil y con nostalgia
Plumífera.
Traviesa y perversa.
Asustada y Hablada.

¿Qué pasa cuando
la necesidad no convierte
el hilo de la ropa en aire?
Y el -genero/género- molesta
Y los sexos se agrietan.
Cuando el sexo es agrio y ebrio.
Cuando es deseado,
pero obligado por ti.
Cuando la perdida de mi
ya no es por mi
sino por ti, sin ti.

¿Qué ocurre cuando
la rabia que tengo
te la escribo para asumirla?
Debo producirla para corregirla,
controlarla.

¿Qué pása si tu
no estimas y yo te voy amando?
Y ese des-faz,
y ese vacío, es tu ardiente vacío.

¿Qué pása cuando
nada pasa y
todo se promete y
se proyecta?
Cuando tu creencia
es más que tu verdad
y el consuelo de tejer el mar
no es otra cosa que un sofá
y un “open arms”.
Cuando la guerra comienza
Y el sistema se desarma,
pues en su arma
las balas se agolpan
se constriñen en su presión
contra el cuerpo de la represión:
que no es otra cosa que yo.

¿Qué pása cuando
recuerdas mis senos
y no hay nada más
que la porosidad y la suavidad,
siempre inherente de tus mujeres?
Cuando no eres otra cosa
que el autor de mi mito de Yo,
de mi autoría de mi.
De nuestro lugar ,y
que al fin
no es más que amar
los poros,
abrigar su cuerpo,
cubrir su sarna,
su necesidad.

¿Qué pása cuando
se olvida
y esa necesidad
son lo más serio
que tengo en mi vida?
Cuando el peso
de mi tendinitis
toca los poros abandonados
y asume que aquel que besó
no es beso, sino peso
de su misma necesidad.
Cuando el ego de su cabellera
es el salvaje atropello
de mi melena, y
su trenza es el apareo de las fuerzas y
las asperezas,
la opaca bruma de una lluvia del 8,
las dolientes letras de tu nombre,
en tu propiedad de mis pupilas,
el destelleante tintinear de tus palabras,
el crujido de lo sin unidad
y el afán de verdad.

¿Qué pása cuando
recuerdo tu boca?
Cuando siento aquello
Húmedo, débil, sensible,
Blanquecino e infantil.
Lengua dentro de mi hueco,
dentro de ese hueco

que te hablaba como Neruda
y te espiaba en Comala.

¿Qué ocurre cuando
debo cortar esta historia
y me muero por consumarla?
Cuando debo abstener este deseo
enfermo de estallido,
de violento apetito,
pero que tiene la dolorosa
estela de la emoción.

¿Qué ocurre cuando
el animo depende
de dos segundos de mirada
y luego llega la nada?
¿Qué ocurre cuando
la nada es algo que no entiendo
y es tan inmodificable
como tu emoción?
Cuando la emoción
es la culpa y el miedo
a sentir.
Cuando uno piensa sintiendo
Y siente pensando,
Y no hay autonomía
Y metes tu mano en mi vi(d)a
Y uno cae, presa de esa huida.

¿Qué ocurre cuando
el cuerpo pide y tu familia exige?
Cuando tu boca grande
ha controlado y
se ha desecho de la culpa y
me ha quedado encerrada en la calle.
Cuando no puedes decidir,
cuando estoy fuera de mi.
Nosé que ocurre,
ni que me pasa…
nosé nada más que tu nombre.
("Kirk")



Y ya no hay nada que decir...
humhum...
Cloe no comprende su silencio, pero le es excitante.
- Posted by Hello

Somb(r)as


Y así es como las sombras empañan todo el vestigio del cuerpo, dando a la vez, que la huida, el regocijo de contemplarse, siempre en el reflejo de la urbe. De ahí a querer fotografiarse, sólo hay dos segundos. Que alegría saber que fuí un segundo en tu vida... Que tristeza comprenderlo. Posted by Hello

miércoles, octubre 06, 2004

Burb!°


¿Que ocurrió con la espuma de los días?
¿Que ocurrió con los días de espumeante compañía?
¿Que ocurrió con la compañía de los días?
¿Que ocurrió con la espuma de mi vida?
Here comes the rain again...
burbburb°° Posted by Hello

Peces de Ciudad I

Peces de Ciudad (el porqué)
by Joaquín Sabina

Se peinaba a lo garçon
la viajera que quiso enseñarme a besar
en la gare d'Austerlitz.

Primavera de un amor
amarillo y frugal como el sol
del veranillo de san Martín.

Hay quien dice que fui yo
el primero en olvidar
cuando en un si bemol de Jacques Brel
conocí a mademoiselle Amsterdam.

En la fatua Nueva York
da más sombra que los limoneros
la estatua de la libertad,
pero en desolation row
las sirenas de los petroleros
no dejan reír ni volar
y, en el coro de Babel,
desafina un español.
No hay más ley que la ley del tesoro
en las minas del rey Salomón.

Y desafiando el oleaje
sin timón ni timonel,
por mis sueños va,
ligero de equipaje,
sobre un cascarón de nuez,
mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes de un pasado bucanero,
de un velero al abordaje, de un no te quiero querer.

Y cómo huir
cuando no quedan islas para naufragar
al país donde los sabios se retiran
del agravio de buscar
labios que sacan de quicio,
mentiras que ganan juicios
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios de
los peces de ciudad
que mordieron el anzuelo,
que bucean a ras del suelo,
que no merecen nadar.

El Dorado era un champú,
la virtud unos brazos en cruz,
el pecado una página web.
En Comala comprendí
que al lugar donde has sido feliz
no debieras tratar de volver.
Cuando en vuelo regular
pisé el cielo de Madrid
me esperaba una recién casada
que no se acordaba de mí.

Y desafiando el oleaje
sin timón ni timonel,
por mis venas va,
ligero de equipaje,
sobre un cascarón de nuez,
mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero,
de un velero al abordaje,
de un liguero de mujer.

Y cómo huir
cuando no quedan islas para naufragar
al país donde los sabios se retiran
del agravio de buscar
labios que sacan de quicio,
mentiras que ganan juicios
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad
que perdieron las agallas
en un banco de morralla,
en una playa sin mar.