Varios ejemplares de esta prole maldita, agarrándose a las ramas de detrás, treparon el árbol, desde donde empezaron a descargar sobre mi sus excrementos; mas los esquivé bastante bien pegándome fuerte contra el tronco del árbol, aunque la porquería casi me asfixia, pues caía por todas partes a mi alrededor.
Los Viajes de Gulliver, Jonathan Swift.
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