martes, marzo 01, 2005

Anotaciones Negativas .-


Aquellos tiempos de cuadernos Mistral de Fito Páez, o del oso polar Colón vuelven a mí en pleno pasillo del supermercado. Ando de mamá, comprando los útiles escolares para mi hermanita que ya está en Segundo Medio, y que mide 5cms más que yo.

Hace 3 años que salí del colegio, y aunque salí aborreciendo todo, el delantal, el jumper, el buzo, las misas, las coreografías de fiestas patrias, y a la mayoría de los profesores, el sabor de aquellas imágenes siempre terminan remitiéndome al libro de clases. Obsesionada con mis notas azules en unos pocos ramos, y echada al azar en las ciencias y matemáticas rojas, las hojas de anotaciones eran más que la sombra del “acúsalo con tu mamá kiko”, sino que son la marca de parcelas del crecimiento anónimo que uno olvida. Si bien no era pésima alumna, tampoco fui una cerebrito, simplemente me peinaba con aquellos ramos sin futuro como arte y filosofía, me cepillaba con sapolio con el resto y cultivaba un hoja de vida frondosa de acontecimientos, que particularmente los profes escribían por mí.

Qué “Se rie en clases”, “Hace desorden constante en clases, sin obedecer al profesor”, “Se presenta con 30 minutos de retraso”, “Sale de la sala sin permiso”, “Come en clases”, “Lee un libro en clases de Matemáticas”, “Se presenta con jeans, en ves de pantalón de tela”, “Grita de forma desmoderada”, “Quiebra probeta y quema la mesa de la sala de química”, “Es sorprendida en el subterráneo en horario de clases de Ed. Física”, “Es sorprendida copiando en prueba global de Física”, y muchos otros post de ese fotolog a lapiz bic de la vida pingüino, me ayudan a conmemorar aquella rutina con sabor a sunny.

Y es que al final los profes igual me querían, aunque me echaran de clases, me trataran burra, me hicieran guiños despreciativos o me tomaran por esquizofrénica. Nunca fui de las peores, ni de las tops, ni de las ladys, ni de las dark. Fui la estudiante promedio, sin mayores proyecciones, a no ser por un par de ensayos y de los colages y murales para las competencias de aniversario de las monjas. Pero de esas cosas buenas, que me propongo recordar, apuntando a un año en especial, no llego a nada. De Séptimo sólo contengo el retiro espiritual donde lloré porque mi papá le pegaba a mi perro con el diario, y del desconsuelo, ante la revelación de la orientadora: “los perros no llegan al cielo, porque no tienen alma”.
De segundo medio recuerdo la gira de estudio, que fue desastrosa, porque el asiento del avión Iberia no tenía pernos en el respaldo, y me caía del asiento cada vez que ascendíamos; porque llevé sólo cien dólares que se esfumaron al 3er día, dormí en una pieza con las amigas que perdí en Stgo, y ningún brasileño me saco a bailar en la discoteque.
De los años que siguen recuerdo un poco más, gracias a fotos y videos aficionados que me prestan las ex -compañeras que ahora son mis amigas, pero aun así la nebulosa que queda de imagen en imagen, ese vacío de días cotidianos, de susurros, rizas, enojos, rabietas, y super -ochos reprimidos, se vuelven una suerte de anotación positiva. ¿Que sacaba con tener un “coopera en clases” si le siguen 5 negativas, “que el aseo, el aspecto, el respeto, la disciplina y la puntualidad”, si al legar a casa de la reunión de apoderados, mi mamá me quitaba luca de la mesada por cada anotación negativa?. No sacaba nada, aparte de no poder comprar colación y dejar hambrientas y enojadas a la mitad de mis compañeras en recreo. Así es como aprendí los “valores” morales: a luca. Aprendí a ver la vida como premio o castigo, incluyéndolos en el universo de justicia y castidad cristiana, de la que tanto se jactaba aquel profesor que acosaba a sus alumnas.

Mejor, tomo el pack de tres cuadernos universitarios con la cara de Winnie de Pooh a 5 lucas, y decido no recordar más, cerrar el libro de clases, de las marcas del colegio, del proceso de crecimiento y castramiento anticipado, y comprarle a ojos cerrados los cuadernos, archivadores, block’s y libreta de apoderados a mi hermana: y es que ella si que será una alumna ejemplar y muy recordada.
Cloe Posted by Hello

8 comentarios:

Jerry Jeldres dijo...

La vida es como las anotaciones de un libro de clases... todo el mundo te pone anotaciones negativas y luego se va de tu vida y lo pero es que te quedas con el libro

Elisa de Cremona dijo...

querida, me daré más vueltas por aquí y te incluiré en mis lecturas..
un besote enorme

konus dijo...

Yo tenía sólo positivas
ö_ö

El Husar dijo...

recorde aquellas notaciones negativas, que a uno lo dejaban marcando ocupado... como juega ajedrez en clases y cuando hace una mala jugada grita conch... jajajaja anecdotas que solo ocurren en el cole...
muy lindo tu relato, uno de los buenos que te he visto,de alguna manera recuerdo a todas aquellas personas hoy ya no estan , y los que aun resisten por no desaparecer...
chao amiga cuidate y un beso para ti...

Nestor dijo...

Me equivoque y deje mi comentario en el blog de hiperlucidez ¿no será mucho ofrecer?

Ángel mutante dijo...

Éramos tan tontitas y las monjas tan reconchasdesumadre y los perros se fueron al cielo y nosotras nos quedamos acá sonándonos los mocos y tratando de tener la mayor cantidad de orgasmos posibles en el nombre del señor.
Me gustó tu memoria.
(Risa se escribe así, no con z)
Besitos muy rojos en tus anteojos.
Chaoooo.

Hans dijo...

Este año cumplo 10 desde que salí del colegio, y tengo que hacer ya algo de esfuerzo para recordar todas las buenas (y las malas) tallas vividas en esos años.

Todavía recuerdo el ranking "top top top top top top top" de primero medio, en el cual algunos compañeros tenían 3 hojas de anotaciones en el libro de clases dejando al curso con un promedio de 6,7 anotaciones por alumno. Todavía recuerdo una anotación por encender el gas del laboratio de fisica y que la profe pensó que hice un corto circuito.

En fin, los mejores años irrepetibles en la vida de cada uno son esos años, y mi recomendación para todos aquellos que aún lo están viviendo, disfrutarlos al máximo.

unsologato dijo...

Afortunadamente, los gatos, no necesitamos ir a la escuela y por eso no recibimos anotaciones negativas ni felicitaciones por haber pasado de tejado, ni por haber caído parado justo en tu blog, querida Cloe, o tal vez sí.
Arrivederci.
Ósculo felino